El uso de insecticidas y fungicidas es una práctica común en el cultivo de marihuana para prevenir y eliminar plagas, evitando enfermedades a las plantas. Sin embargo, hay que prestar atención a los productos utilizados ya que muchos no son eliminados completamente por la planta y terminan siendo ingeridos por el consumidor del cannabis. Estas sustancias pueden ser realmente tóxicas para las personas, por lo que siempre es recomendable utilizar productos biológicos. Serán menos intrusivos para las plantas, obteniendo así un cannabis libre de sustancias tóxicas.
¿Cómo prevenir la aparición de enfermedades?
La aparición de enfermedades en una planta de marihuana es bastante habitual si no se previene correctamente. Las plagas más usuales son las de araña roja, mosca blanca y trips, por lo que se pueden utilizar compuestos preventivos contra estos invasores hasta principios de floración, se recomienda que la composición de los productos sea 100% biológica. En el caso de tratarse de productos químicos se intentará usar únicamente durante la fase de crecimiento.
A parte de los plaguicidas existen acciones que deben tenerse siempre en cuenta para evitar que aparezcan plagas en nuestro cultivo:
- Utilizar tierra nueva para cada planta
- Higienizar las herramientas antes de usarlas en el cultivo
- Mantener la zona limpia y desinfectada
- Mantener a las mascotas alejadas
- Utilizar guantes de látex para manejar la planta
Hongos, plagas, bacterias y virus
Existen múltiples parásitos y virus que provocan enfermedades a las plantas de marihuana. En esta guía se enumeran las más comunes, cómo detectarlas, cómo prevenir su aparición, cómo afectan a la planta y cómo combatirlas.
Hongos más comunes
Cada espécimen de hongo afecta a las plantas de un modo distinto. Sin embargo, la mayoría aparecen bajo las mismas condiciones: entornos con excesiva humedad y poca ventilación.
- Oídio: Se representa en la cara superior (haz) de la hoja, cubriéndose con una especie de polvo blanco, normalmente formando círculos.
- Mildiú: Tiñe las hojas con manchas color óxido, provocandoles pérdida de vigor hasta su marchitación.
- Botrytis: Es la podredumbre de las flores, sobre todo se produce dentro de los cogollos cuando éstos son muy grandes y hay exceso de humedad. Causa el cambio de color de los mismas a marrón o gris. Para acabar con él se quitan los cogollos infectados cortando al menos 3 cm por debajo de la zona contaminada.
- Roya: Aparece en todo tipo de sustrato de plantas estresadas y debilitadas. Puede atacar tanto a las hojas como al tallo. Se manifiesta en el reverso de las hojas dejando irregularidades naranjas, amarillas y marrones; además de una sustancia pegajosa.
- Pythium: Es un hongo que se encuentra en los sustratos. Ataca a la raíz de la planta sobre todo en la fase de germinación, provocando una estrechez en el tallo que no permite su rigidez ni su crecimiento.
- Fusarium: Vive en el suelo, en todo tipo de sustratos. Actúa dañando el tallo, pudriendo la raíz y provocando el marchitamiento vascular y por ende de la planta. No existe remedio para combatir este hongo, sólo se puede prevenir.
Las enfermedades en las plantas de marihuana causadas por hongos tienen una prevención similar en todos los casos. El entorno y todos sus utensilios han de estar limpios; la temperatura, humedad y ventilación han de ser adecuadas y, por supuesto, hay que vigilar el aspecto de las plantas cada poco tiempo. Además, se pueden rociar desde las primeras etapas fungicidas biológicos o aceite de neem.
Por otro lado, la aplicación de cola de caballo es muy útil para prevenir y combatir casi cualquier hongo.
Plagas más comunes
- Araña roja: Pequeño ácaro rojizo que se alimenta de la savia de la planta, cubriendo la hoja con un punteo amarillo. En el envés pone huevos y en fases más avanzadas creando telarañas entre las hojas. Es una de las plagas más persistentes en interior. Suele requerir el uso de productos químicos, incluso de quemadores de azufre.
- Araña blanca: Este microácaro altera el crecimiento normal de la planta provocando que se sus hojas se retuerzan y mantengan un aspecto brillante. Para detectarlo, en ocasiones se pueden ver sus huevos en el reverso de las hojas. Mezclando jabón potásico con aceite de neem se puede combatir.
- Pulgón: Se colocan en el envés de las hojas de la planta o en los tallos más blandos. Dejan una sustancia ámbar y espesa en las hojas que atraen, sobre todo, hormigas hasta el vegetal. Para eliminar una plaga se puede pulverizar con piretrinas orgánicas. A los 3 días, se pulveriza con jabón potásico para eliminar la sustancia ámbar y posibles residuos.
- Trips: Son pequeños insectos amarillentos visibles al ojo humano que dejan unas manchas amarillas y blanquecinas en la parte superior de las hojas. Se pueden eliminar pulverizando piretrinas orgánicas.
- Mosca del Mantillo: Mosca negra que aparece en el sustrato cuando existe un exceso de humedad en él. Sus larvas se alimentan de las raíces y tallos hasta perforarlos. Es necesario acabar tanto con el insecto adulto como con sus huevos. La harina de neem combate cualquier plaga del sustrato.
- Mosca blanca: Es un insecto volador blanco amarillento fácil de detectar, ya que lo veremos revoloteando cerca de las plantas. Viven y ponen huevos en el envés de las hojas. Se alimentan de la savia de éstas y pueden ser portadoras de virus y causar el hongo del tizne. Se combate con productos biológicos como la rotenona.
- Orugas y gusanos: Dejan claras mordeduras y excrementos en las hojas, cuando hay flores estos excrementos suelen crear podredumbres, crecen y se reproducen a una velocidad considerable llegando a comerse gran parte de la cosecha. Pulverizando un insecticida ecológico a base de Bacillus Thuringiensis se pueden eliminar.
El aceite de Neem y los cuidados básicos adecuados ayudan a prevenir la mayoría de estas plagas.
Bacterias más comunes
- Erwinia amylovora
- Xanthomonas campestris
- Pseudomonas cichori
- Erwinia caratovora sp. caratovora
- Agrobacterium tumefanciens
Las bacterias actúan en las plantas provocando pequeñas lesiones, marchitando o manchando las hojas de la planta, e incluso pudriendo los tallos. El mejor tratamiento es la prevención, similar a la recomendada para la aparición de hongos. Sin embargo, también existen tratamientos biológicos y remedios caseros de prevención.
Enfermedades víricas que afectan al cannabis
Existen miles de tipos de virus, pero sólo 5 variedades afectan a las plantas de marihuana:
- Virus del mosaico del cáñamo (HMV)
- Virus del veteado del cáñamo (HSV)
- Virus del mosaico árabe (ArMV)
- Virus del mosaico de la alfalfa (AMV)
- Virus del mosaico del pepino (CMV)
Para diagnosticar una infección o enfermedad por virus en una planta de cannabis es necesario realizar pruebas en laboratorios, cosa que requiere tiempo y dinero. Una enfermedad vírica sólo puede resolverse quemando la planta, por eso es más útil focalizarse en la prevención evitando plantar semillas o esquejes de origen desconocido sin una cuarentena previa en la que se mantendrá lejos del cultivo habitual un tiempo. Además de controlar la aparición de plagas.
Cómo aplicar los tratamientos
El 90% de los tratamientos contra las enfermedades de las plantas de marihuana se aplican de manera foliar diluyendo el producto en agua y aplicándolo mediante pulverización. Se realiza por la noche o con las luces apagadas para evitar el efecto lupa que quemaría las plantas.
En indoor se apagan los equipos de ventilación para asegurar la efectividad de los tratamientos y se encenderán 2 horas antes que las luces para garantizar el secado de las plantas. Pasados 2-3 días es recomendable pulverizar la planta sólo con agua para limpiar los restos del producto.
Siempre se ha de seguir minuciosamente las indicaciones de uso y utilizar las medidas de seguridad propias.
En definitiva, se sabe que existen cuantiosas enfermedades que pueden afectar a las plantas de marihuana y que son capaces de provocar la pérdida parcial o total de la cosecha. Aunque se comercializan muchos remedios químicos, siempre se recomienda utilizar productos biológicos para evitar que el cannabis no pierda sus propiedades ni salubridad.