Un cultivo rentable puede ser también respetuoso con el medio ambiente. Por eso, los agricultores buscan nuevos procedimientos para seguir realizando su labor, dañando menos al medio ambiente. La legalización de la marihuana en ciertos países para su uso medicinal y recreativo ha llevado a que aumenten los cultivos para hacer frente a una demanda que es cada vez mayor. Una de las prácticas que se realizan cada vez más es la agricultura regenerativa, para controlar las prácticas excesivas de consumo de recursos.
Agricultura regenerativa: ¿qué es?
La agricultura regenerativa reivindica la salud del suelo, la cual está ligada a la sostenibilidad, al impactar directamente a la calidad nutricional de las plantas y animales. Como su propio nombre indica, el objetivo de este tipo de técnica es regenerar el suelo, estimulando y manteniendo su fertilidad.
Se trata de un procedimiento que va más allá de la agricultura ecológica. Esta busca mejorar la biodiversidad, a través de un denominado “ciclo cerrado” que es capaz de restaurar los elementos naturales del agua, aire y tierra. Este efecto reparador puede contribuir a aumentar la calidad de los cultivos.
La fertilidad del suelo es necesaria no sólo para mejorar la producción, sino también para proporcionar más alimento a los animales. Las técnicas regenerativas no afectan sólo a aquellas zonas de agricultura convencional sino que van más allá, influyendo en las zonas que se encuentran más en desuso como la reforestación o la acuicultura.
Principios de la agricultura regenerativa
A la hora de comenzar este tipo de agricultura se deben tener en cuenta diferentes principios:
- Eliminación de procesos mecánicos, químicos o físicos.
- Uso de cultivos de cobertura, evitando que queden suelos descubiertos, por lo que mitigan la erosión, proporcionando forraje y material para la ganadería.
- Conservar las raíces vivas de cultivos perennes .
- Incorporación de la ganadería a la producción agrícola.
- Incrementa la biodiversidad para una mejor salud del suelo.
La agricultura regenerativa en el cultivo de cannabis
En los últimos años, diferentes investigadores analizaron el impacto que tenían las plantaciones de marihuana en el norte de California, descubriendo que dichos ecosistemas se encontraban seriamente dañados. Algunas de las causas que pueden afectar a este deterioro son:
- Necesitan una gran cantidad de agua, pudiendo contribuir a la escasez hídrica.
- Las aguas residuales vertidas suelen tener restos de productos químicos.
- Ciertos compuestos volátiles que son los que producen el aroma del cannabis, incrementan los niveles de ozono cerca de las plantaciones.
- La huella de carbono derivada de estos invernaderos es mayor.
Técnicas de cultivo a realizar
Entre algunas de las formas de conseguir prácticas agrícolas regenerativas están los siguientes:
- Minimizar la luz artificial: se basa en el ciclo natural del sol, reduciendo el uso de lámparas de cultivo. Otra opción es montar invernaderos que sean eficientes energéticamente.
- Recolectar el agua de lluvia e instalar un sistema de riego por goteo: enviando el agua directamente a las raíces y disminuyendo la cantidad de agua utilizada.
- Rotación de cultivos: de esta forma durante un periodo de tiempo el suelo recupera sus propiedades
- Emplear pesticidas naturales, que no contengan químicos.
- Usar el policultivo como defensa ante plagas: a mayor diversidad, menor necesidad de introducir algo ajeno para proteger el suelo.
- Aplicar una agricultura sin labranza: preparando tu propio bokashi para plantas de cannabis o compost, el cual aportará los nutrientes necesarios.
- La rotación de las especies que se cultivan y uso de los cultivos de cobertura: protegiendo el ecosistema del suelo tras la época de cultivo, evitando que crezca la maleza para reducir la erosión y endurecimiento del suelo.
- Utilizar la vermicultura para crear tu propio humus: estableciendo microorganismos que entran en sinergia con otros organismos.
Beneficios de la agricultura regenerativa
Al convertir un cultivo convencional de cannabis es uno regenerativo se consiguen ciertos beneficios tanto económicos, como para el medio ambiente o los cultivadores, entre los que se encuentran:
- Se obtiene un sabor más potente de las variedades de cannabis.
- Poseen una mayor variedad de compuestos beneficiosos.
- Los productos que se consiguen están libres de residuos químicos.
- Nuevas líneas genéticas más adaptadas a ciertas condiciones locales
- Reduce el consumo tanto de agua como de energía.
- Elimina el uso de fertilizantes químicos a la vez que previene plagas de forma natural.
¿Puede revertir el cambio climático?
El uso de este tipo de técnicas puede frenar el cambio climático si se aplican de forma global. No obstante, a nivel personal cada cultivador puede hacer pequeños cambios para prevenir el impacto que genera en la naturaleza. Las investigaciones demuestran que una tierra fértil absorbe una mayor cantidad de CO2, siendo capaz de almacenarlo en forma de carbono en el suelo y disminuyendo el que se encuentra en la atmósfera.
Al mismo tiempo, se tratan de prácticas que generan menos residuos y consumen menos combustibles fósiles, por lo que emiten menos gases de efecto invernadero. Todo ello demuestra el potencial que puede tener este tipo de agricultura.
La agricultura regenerativa en el cannabis permite un cultivo más ecológico y sostenible para el futuro, ayudando a optimizar los procesos y minimizar el impacto negativo de estas prácticas.
