El carácter ilegal de la marihuana no ha impedido que sea la droga más consumida del mundo y poco a poco ha comenzado a normalizarse y a regularizarse su situación en algunos países, siendo precursores en su legalización algunos estados americanos o países latinos como, por ejemplo, Chile.
Y es que, sus grandes propiedades medicinales son algo que no se puede dejar de lado, además de que su potencial adictivo no es tanto como parece, siendo menor que en el caso de otras sustancias legales como el tabaco o el alcohol.
Tan solo el 10% desarrollan adicción
Los estudios apuntan a que alrededor del 10% de la población desarrolla adicción a la marihuana, una cifra muy baja comparada con los porcentajes de adicción de otras drogas, como por ejemplo la nicotina, con un 32% de personas que se enganchan a fumar o el alcohol, con un 15% de personas que acaban cayendo en sus redes.
Incluso el café o el chocolate tienen un mayor potencial adictivo que el cannabis, lo cual puede sorprender debido al poder inocuo que se les atribuye. El poder de adicción al cannabis es muy bajo y el éxito en los tratamientos de desintoxicación, elevado.
El cannabis protege el sistema nervioso
En declaraciones a diferentes medios, el costarricense Gerald Murray, perteneciente al movimiento Cannabis medicinal y que reclaman la legalización de la marihuana con fines medicinales, explicaba los efectos del endocanabidol en personas que sufren de cáncer.
Esta sustancia se encarga de activar el sistema nervioso y también de hacerse cargo de indicar a los cannabinoides que se dirijan hacia la célula cancerígena, la recubran y contribuyan a reducir su tamaño.
El cannabis tiene un efecto paliativo muy beneficioso en los casos de cáncer y sobre los tratamientos tan agresivos que pueden llegar a sufrir estas personas.