El emocionante mundo de los concentrados de cannabis está de moda. Continuamente surgen nuevas técnicas de extracción como el BHO, el rosin o el Ice-O-lator, entre otros; esto es el resultado de una búsqueda constante por diferentes métodos de consumo de cannabis tanto para fines recreativos como medicinales. Sin embargo, entre esta avalancha de innovaciones, es importante no olvidar los concentrados más antiguos, por eso se ha decidido dedicar este artículo al charas, un término que todo entusiasta del cannabis debe conocer y un concentrado imprescindible para degustar.
¿Qué es el charas?
Muchas personas confunden el charas con el hachís, considerándolos sinónimos, aunque recientemente se ha explicado la diferencia. Si bien existen diferentes tipos de hachís, en general, el término se refiere a la resina de las plantas de cannabis en estado sólido que proviene de flores ya cosechadas. En cambio, el charas se obtiene de plantas aún vivas, es decir, antes de ser cortadas. Ambos se producen mediante la extracción de cannabis, pero el proceso es diferente.
El charas, uno de los concentrados más puros, se elabora manualmente y comúnmente se encuentra en forma de pequeñas bolas o bastones. Además, esta sustancia presenta un color marrón oscuro y contiene resina de cannabis con cannabinoides y terpenos.
Origen del charas
Hoy en día, se llama ‘charas’ a la resina que proviene del cannabis vivo. No obstante, los más puristas afirman que el verdadero charas es solo aquel que proviene de su país de origen. Pero, ¿de dónde viene el charas?
Ni el origen ni la fecha de aparición son del todo claros. Para saber de dónde viene el hachís, y más concretamente el charas, tenemos que retroceder en el tiempo un par de siglos. Las primeras menciones sobre el charas aparecen en la obra “Pharmacographia” en 1874, donde se sugiere que la región del Himalaya en India, especialmente el pueblo de Malana en el valle de Parvati y Cachemira, elaboraba charas con plantas de cannabis autóctonas que crecen en las montañas a más de tres mil metros de altura. De hecho, los indios destinaban el uso del charas a ritos espirituales y a numerosas prácticas hindúes.

¿Cómo hacer el charas?
A continuación, se detallan dos maneras de producir el charas, como el Hash Charas CBD GB; comenzaremos por el método antiguo empleado desde hace décadas, y luego la versión adaptada a nuestros días.
Método tradicional
El primero, conocido como el método tradicional usado por los indios, consiste en dedicar toda una cosecha a la elaboración del charas. En este caso, se toman las flores frescas de cannabis y se frotan enérgicamente con las manos limpias, apretándolas. Puede que el aspecto final de la flor no sea el ideal, pero aún se puede aprovechar para otros tipos de concentrados.
Poco a poco, las manos comenzarán a cubrirse con una capa marrón y pegajosa que es la resina con los tricomas y cannabinoides. Cuando la capa en tus palmas es considerable, simplemente frota una contra la otra para recuperarla y depositarla en un recipiente de vidrio o silicona; y así, el charas está listo. Repite el proceso hasta obtener una cantidad satisfactoria.
Otros métodos
En cuanto a la otra opción, la más común hoy en día, principalmente porque cuando se cultiva en casa, después de todo el esfuerzo, puede parecer poco usar las flores solo para generar charas. Por eso, el charas suele ser un ‘extra’ en las cosechas de los cogollos. Para hacerlo, basta con aprovechar la resina que resulta durante la poda/cosecha de las plantas de cannabis; es decir, para cosechar, se utilizan pequeñas tijeras para manicurar las hojas y cortar las flores. Pues bien, la resina con todos los componentes que quedan pegados en las tijeras y en los dedos es la que se debe recuperar y disfrutar.
A la luz de lo anterior, con el objetivo de asegurar buenos rendimientos, potencia adecuada, así como una experiencia deliciosa, conviene elegir genéticas de cannabis ricas en CBD o THC, según los efectos buscados, así como cepas envueltas en tricomas.
Usos tradicionales del charas
Los monjes hindúes, conocidos como «sadhus», utilizan unas pipas especiales llamadas chillum para consumir charas. Además, es común que preparen «Bhang», una bebida especial a base de cannabis usada en ceremonias religiosas, similar a los sadhus. En la India, a diferencia de las sociedades occidentales modernas, el cannabis no tiene una connotación negativa; por el contrario, está estrechamente ligado a la tradición y se considera una herramienta para alcanzar la iluminación y, por ende, a Shiva.

La marihuana es frecuentemente usada por los sadhus como un medio para facilitar la meditación y la introspección, debido a los momentos de lucidez que proporciona. Además, el cannabis crece de manera natural en estas regiones de Asia, lo que hace que sea abundante en India, Pakistán y Nepal.
Aunque es tradicional en la cultura hindú, el charas también se puede consumir en forma de delgadas varas mezcladas con tabaco o cannabis seco para fumar en un blunt, o de manera más convencional en un bong o pipa.
El charas original se produce a partir de las variedades de cannabis que crecen en las orillas del Himalaya y que han sido cultivadas en Asia desde hace siglos. Sin embargo, fuera de estas áreas, se pueden usar otras cepas conocidas por ser grandes productoras de resina, como las variedades Kush, que son excelentes para realizar extracciones y provienen de regiones similares, o cualquier otro tipo de cannabis rico en tricomas.
Es importante ser cauteloso con este producto debido a su alta concentración de THC. Ahora que se conoce qué es el charas hachís, cabe recordar que es recomendable para aquellos en el mundo del cannabis, sino más bien para aquellos con experiencia en cepas de marihuana potentes.