Las raíces de la marihuana son una de las partes más vitales, al permitir la absorción de nutrientes y mejorar el desarrollo del cultivo, pudiendo llegar a obtener grandes producciones. Por ese motivo, tanto en interior como en exterior, el trasplante es una de las etapas más delicadas dentro. Por ello, es muy importante conocer cómo trasplantar una planta de marihuana, para que sufra el menor estrés posible.
¿Por qué trasplantar la marihuana?
Las plantas que crecen al aire libre suelen hacerlo sin ningún tipo de restricción, estirándose en todas las direcciones y de forma libre. No obstante, al cultivar en una maceta, se restringe este espacio disponible para las raíces, que requerirán de uno o varios cambios conforme vayan creciendo.
Del mismo modo, al trasplantar se descubre más sobre cómo se está desarrollando el cultivo, controlando el tamaño de la raíces y observando el enraizamiento de las mismas en ese momento. Al crecer, la planta buscará llenar el espacio disponible, hasta que demande un nuevo cambio. Cuando las raíces han llenado todo el volumen de la maceta, dan vueltas en el interior hasta que se comienza a enmarañar, ralentizando la cosecha.
Beneficios de los trasplantes
Algunas de las ventajas de cultivar las plantas de marihuana en macetas son:
- Ahorro de espacio, nutrientes y sustrato: ya que al iniciar el cultivo no se requerirá de grandes tiestos o enormes cantidades de sustrato, por lo que se consigue un gran ahorro.
- Velocidad de desarrollo: cultivar en una maceta pequeña, permite aplicar más riesgos que las de mayor tamaño, repitiendo más veces el ciclo seco/húmedo y aumentando la tasa de crecimiento. Para ello, se trata de apurar al máximo este período.
- Mejor rendimiento: al trasplantar en el momento oportuno usando la maceta y tamaño adecuado, se maximizará la producción.
Cuándo trasplantar las plantas de marihuana
Por lo general, suelen realizarse de 2 a 3 trasplantes a lo largo de su vida. Normalmente, se hace durante la fase de crecimiento, para que la planta pueda terminar de desarrollar el sistema radicular. Por este motivo, es posible que haga falta efectuar varios antes de entrar en fase de floración. Para saber en qué momento trasplantar habrá que fijarse en los posibles síntomas de estancamiento que puede presentar, como los siguientes:
- Las hojas adquieren un tono más amarillento o se marchitan
- Desarrollo del sistema radicular. Si se observa que crece con las raíces enmarañadas quiere decir que será necesario trasplantar. Si por el contrario, ocupa toda la maceta sin llegar a enroscarse o no han creado una pared en los laterales de la misma, entonces su crecimiento es el adecuado.
- En crecimiento cuando el tamaño de la planta doble la maceta
- Velocidad de desarrollo. Si el ejemplar crece de forma veloz en una maceta pequeña, entonces se recomienda llevar a cabo el trasplante antes de que se ralentice o paralice el desarrollo.
Qué maceta escoger
Existen muchos tipos, si bien muchos utilizan en exterior maceta contenedor grande blanca con asas porque permiten mantener la tierra más fresca. Otra opción son las air pots o macetas de tela que permiten podar aéreamente las raíces de forma natural.
En el caso de plántulas es aconsejable el uso de recipientes de plástico individuales o aquellas de germinación diseñadas para ello.
Tamaño de la maceta en interior y exterior
En plantas de interior se debe tener en cuenta que el tamaño deberá adaptarse al espacio de cultivo que se posea, así como el número de ejemplares o la técnica de cultivo escogida. Algunos ejemplos son:
- Cultivo en SOG: se suele comenzar por una maceta de 0,5 L, seguida de una de 1,65 ; para terminar con una de 3,25 L.
- Cultivo en SCROG: este método permite empezar con recipientes más grandes de 1,65 L, seguida de 3,4L y finalmente escoger una de entre 10 y 20 L.
- Cultivo estándar: con una técnica mixta entre ambas, se puede escoger macetas de 1 L, luego una de 2,5 para terminar con una de entre 4 y 7 L.
Aún así, la elección del tamaño dependerá de las características del tipo de planta y la zona de cultivo.
Por otro lado, al aire libre existen menos limitaciones. Sin embargo, si se cultiva en exterior se debe controlar que no sean demasiado grandes, ya que supondrá un desperdicio de fertilizantes, así como un problema para moverlas. En el caso de realizar el último trasplante al suelo, este se debe ejecutar lo antes posible.
Cómo trasplantar una planta de marihuana
El cambio de tiesto se debe realizar de la forma más rápida y limpia posible para que la planta sufra menos estrés. A la hora de ejecutarlo es recomendable el uso de guantes. Estos son los pasos a seguir para efectuar un buen trasplante:
- Antes de trasplantar las plántulas: regar 1-2 días antes, ya que en el momento de retirar la planta la tierra deberá estar húmeda y compacta, pero no empapada.
- Elegir un sustrato de calidad con el que rellenar el nuevo hogar de la planta. Este no debe de llenarse hasta arriba apretar la tierra excesivamente. El sustrato adecuado debe estar libre de patógenos y aportar a las raíces los nutrientes necesarios para el cultivo.
- Habrá que colocar la mano sobre la tierra y dar la vuelta a la maceta hacia abajo. Entonces se desliza con cuidado el cepellón fuera de la misma. Si este no sale, se puede apretar suavemente la maceta y dar golpecitos en los laterales. En el caso de que se siga resistiendo, cortar la maceta con cuidado y con un cuchillo para liberarla.
- Una vez se extrae,se mantiene la mano debajo del cepellón y se transfiere al nuevo contenedor, donde previamente se habrá realizado un agujero. Se rellenan los huecos con un poco de tierra adicional y se aprieta suavemente para que quede fijada en su sitio.
- Regar ligeramente, ayudando a que se habitúe a su nueva casa.
Conocer cómo trasplantar una planta de marihuana de forma correcta es necesario para conseguir un desarrollo del cultivo potente, al aportar el espacio óptimo para las raíces. Así, si se realizan en el momento adecuado y de la forma correcta, aumentará el rendimiento final del cultivo.
