Aumentar la producción de resina y el THC

El THC como el resto de cannabinoides y terpenos se encuentra en los tricomas, los cuales están ubicados mayoritariamente en las flores de las plantas. Los tricomas son unos pequeños puntos escarchados de color blanco y brillante que hacen relucir a la marihuana durante su crecimiento. Cuando se potencia la creación de resina de cannabis se favorece la creación de THC.

La planta del cannabis produce resina como un sistema de defensa ante posibles amenazas, con el fin de protegerse y conservar las semillas. La gradación del THC dependerá de la exposición a los rayos UV y la resina funciona como protector ante los rayos UV-B.

El THC junto con el resto de cannabinoides y terpenos ubicados en los tricomas son los que provocan los efectos y los sabores de cada variedad de cannabis. Por eso, la producción de resina en la marihuana es una de las características más valoradas por los amantes del cannabis.

Los niveles de THC, CBD y demás cannabinoides así como terpenos en cada variedad de marihuana está marcada, entre otros aspectos, por la genética de las propias semillas. Por eso, conociendo las variedades y su genética, se pueden adquirir las semillas con los niveles de cannabinoides que más se ajusten a nuestras necesidades. No obstante, más allá de la genética, existen una serie de factores y trucos que se pueden utilizar para mejorar la obtención de resina de cannabis. 

Trucos para incrementar la producción de resina de cannabis

Si bien la genética marca el número de tricomas que se producirá, se puede incrementar su creación gracias a varios factores que se pueden controlar a la hora de cultivar. Entre ellos se encuentran los siguientes:

Iluminación de las plantas

Uno de los factores que más influyen en la creación de resina de cannabis y de THC es la luz. Para conseguir un mayor rendimiento se necesita una luz que incida de forma beneficiosa sobre las flores durante la fase de floración de la planta. La exposición a los rayos UV-B es entendida por la planta como un peligro. Como consecuencia, para protegerse la planta genera más tricomas.

Por ello, las variedades más potentes son aquellas cultivadas en las zonas más altas del Ecuador y del Himalaya. Así pues, si se dota el cultivo de una lámpara UV-B y esta la utilizamos en conjunto con la luz de floración se aumentarán los niveles de THC considerablemente.

Debido a todo esto, escoger la iluminación necesaria para el cultivo puede contribuir de forma positiva a aumentar los tricomas. Para ello, existen múltiples tipos de luminaria, aunque normalmente las más usadas han sido las lámparas de sodio o HPS.

No obstante, en la actualidad existen diferentes kits de iluminación de CMH/LEC que ofrecen mejores prestaciones que las anteriores. Lo mismo sucede con los paneles LED de última generación, que incrementan la producción de cogollos por vatio, con una mayor calidad.

Temperatura y humedad

La temperatura y la humedad de la sala de cultivo son dos factores determinantes a la hora de potenciar la creación de tricomas. Lo normal es que la temperatura se sitúe entre los 17º y 28º. Si las temperaturas son demasiado bajas, no permiten un correcto desarrollo de la planta, mientras que si superan el límite de temperatura se perderán sustancias volátiles de la resina, aceites esenciales o algún terpeno. Al superar dicha temperatura el tricoma crecerá más, pero serán más débiles y volátiles, perdiendo parte de la resina de la marihuana.

Por otro lado, la humedad ambiental influye directamente en la obtención de la misma. Los valores de humedad demasiado bajos perjudican a la planta, mientras que los valores demasiado altos fomentan la aparición de hongos. Para generar más resina de marihuana se puede reducir la humedad ambiental. Los ambientes más áridos ayudan a su producción, al generarla para proteger la semilla de la deshidratación. 

En las últimas 2-3 semanas se puede rebajar la humedad del cultivo para fomentar la producción de terpenos. Un efecto que se puede conseguir con ayuda de ciertos instrumentos como deshumidificadores o aires acondicionados.

Falta de riego

Una de las técnicas más utilizadas es incrementar el estrés hídrico, lo cual se consigue dejando de regar los últimos días. Dicha práctica consigue reportar mejoras en la cantidad de tricomas, aumentando también el peso de los cogollos, según las últimas investigaciones. El número de días que se debe dejar sin regar antes de cosechar dependerá del tamaño de la maceta y del sustrato, así como de las condiciones de temperatura y humedad del entorno de cultivo. No se recomienda realizar esta práctica hasta no tener una experiencia mínima sobre el cultivo de cannabis, ya que si no se realiza correctamente puede ser contraproducente.

En definitiva, si se somete a la planta a un estrés controlado y puntual se puede estimular la producción de tricomas y por lo tanto, de cannabinoides entre los que se encuentran el THC o CBD. Es preciso conocer muy bien la técnica a realizar y hacerlo con el máximo cuidado posible, ya que si no puede tener consecuencias negativas como hermafroditismo o pérdida de producción en la cosecha.

Nutrición plantas para aumentar la resina de cannabis

Para el correcto desarrollo de las plantas y por lo tanto de los tricomas se necesitará un aporte de nutrientes que permita obtener todo su potencial. Una buena nutrición en cada fase del ciclo de vida marcará la creación de resina. Por lo general, existen diferentes tipos de nutrientes imprescindibles como los macronutrientes, entre los que se encuentran el fósforo o el potasio, así como diversos micronutrientes, vitaminas y aminoácidos.

No obstante, si se quiere conseguir una correcta nutrición se pueden utilizar todo tipo de fertilizantes y abonos necesarios para cada fase de cultivo. El fósforo es uno de los macronutrientes necesarios para un correcto equilibrio de nutrientes. Lo mismo sucede con el potasio o el nitrógeno. Un exceso de estas sustancias puede afectar al THC. Uno de los elementos que mejora la resistencia a las temperaturas es el silicio, el hierro o el magnesio, tres componentes que afectan directamente a la gradación del THC.

Para aumentar la producción de resina de cannabis y THC, se deben controlar todos estos factores entre otros , los cuáles influyen de forma directa. No obstante, también influirá el tipo de variedad elegida. Por ello, se debe elegir bien qué genética plantar y cómo cultivarla para obtener unos resultados inmejorables.