Pionera, luchadora y libre. Estos tres adjetivos definen perfectamente lo que era Fernanda de la Figuera, la ‘Abuela Marihuana’, que nos ha dejado a los 79 años tras una vida dedicada a la defensa del cannabis y sus propiedades recreativas y medicinales: “Yo no estaría aquí de no ser por la marihuana. Es mi mejor medicina”, aseguraba hace unos años cuando, lejos de dedicarse tranquilamente a disfrutar de sus últimos días, aceptó el cargo de presidenta del primer partido para la legalización del cannabis. Así ha sido siempre Fernanda. Una mujer que se enamoró de esta planta al descubrir que era lo único que aliviaba sus dolores crónicos y comenzó un camino que le ha convertido en un referente de todo amante de la marihuana.
Fernanda de la Figuera nació en Madrid en 1943 y desde muy pequeña la vida le dio los primeros reveses. Padecía de fiebres reumáticas, que ponían en riesgo el corazón, el cerebro y las articulaciones. Para tratar estos episodios tuvo que consumir analgésicos durante muchos años, pero no le sentaban correctamente. Para más inri, tiempo después le detectaron varias hernias de disco, que le generaban dolor constante.
El inicio de su historia de amor
Ya en 1978, recién trasladada a Málaga y prendada por las plantas que descubrió pocos meses antes en Madrid, comenzó a cultivar y se dio cuenta de que todo lo que había probado anteriormente para paliar su dolor fue en vano: la solución estaba en el cannabis.
En ese momento comenzó una historia de amor que la acompañaría el resto de su vida, en los buenos y en los malos momentos. También en la presidencia de varias asociaciones de defensa del cannabis y en el banquillo de acusados hasta en tres ocasiones.
En la primera (1995), fue absuelta y se convirtió en la primera persona en España a la que se permitió cultivar cannabis para autoconsumo. La segunda, ya en 2009, también se decidió a favor de sus intereses, pero en la tercera (2019) fue condenada a nueve meses de prisión y 10.000 euros de multa por abastecer a la asociación MaríasxMaría, donde se agrupaban mujeres con problemas crónicos y enfermedades para fumar el cannabis que aliviaba su dolor.
Una vida dedicada a la defensa del cannabis
Esta asociación no fue la única que creó Fernanda de la Figuera. En los años 90 fundó la Asociación Ramón Santos de Estudios del Cannabis de Andalucía (ARSECA), el Partido Cannabis por la Legalización y la Normalización y la Federación de Asociaciones Cannábicas, antes de crear la citada MaríasxMaría, cuyo único objetivo era abastecer de este medicamento natural a mujeres que no encontraban cura para su dolor.
“Hacíamos un cultivo para lo que cada persona necesitaba para su consumo. Si uno llegaba y no tenía, el compañero le cedía lo suyo. Era una cooperativa, una forma estupenda de organización”, explicaba Fernanda tras la demanda que se le puso en 2014 por tráfico de drogas: “Mi lucha siempre ha sido por los derechos de las mujeres”, concluía.
El último baile de Fernanda de la Figuera
A pesar del golpe psicológico que supuso una sentencia que se alargó durante cinco años, a la “Abuela Marihuana”, que ya contaba con 76 años, todavía le quedaron fuerzas para aceptar la presidencia (más simbólica que efectiva) de Luz Verde, el primer partido en España que defiende la legalización del cannabis: “Solo quiero un mundo más abierto, aceptable, responsable y solidario”, aseguraba Fernanda durante sus últimos años de vida.
Sin embargo, la llegada de la pandemia por covid-19 detuvo sus actividades y, finalmente, falleció a los 79 años de edad como la querida abuela de todos los amantes del cannabis. Una mujer que solo quería para los demás lo que le salvó la vida a ella. Una activista, feminista y luchadora que se puso a la marihuana por bandera y será recordada en cada parte del mundo con cada paso que dé el cannabis hacia su legalización.
