Consumo de cannabis en vehículos: ¿Qué dice la nueva normativa?

El Ministerio del Interior ha emitido una nueva instrucción que cambia la forma en la que se sanciona el consumo y la tenencia de drogas en vehículos particulares estacionados. Según esta normativa, el consumo de cannabis o cualquier otra sustancia estupefaciente dentro de un coche aparcado ya no será motivo de multa, siempre que no exista indicio de tráfico o venta.

Este cambio, basado en sentencias recientes del Tribunal Supremo, genera dudas y preocupaciones entre consumidores y autoridades. En este artículo, explicaremos con detalle qué implica esta nueva regulación para los usuarios, qué aspectos legales permanecen vigentes y qué riesgos deben considerarse para evitar sanciones.

¿Qué dice exactamente la instrucción del Ministerio del Interior sobre el cannabis en el coche?

La instrucción 7/2025, emitida recientemente por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, establece un criterio claro y novedoso para las fuerzas y cuerpos de seguridad respecto al consumo y la tenencia de drogas en el interior de vehículos particulares estacionados. Esta directriz se fundamenta en la jurisprudencia más reciente del Tribunal Supremo y en la doctrina establecida por el Tribunal Constitucional, que reconocen que un vehículo particular, cuando está aparcado y fuera de circulación, debe considerarse como un espacio privado protegido con una expectativa razonable de intimidad.

Este reconocimiento jurídico tiene como consecuencia que, conforme a esta instrucción, el consumo o la posesión de drogas dentro de un coche estacionado no se considera una infracción administrativa sancionable bajo la Ley de Seguridad Ciudadana — siempre que la sustancia no esté destinada al tráfico o la venta ilegal. En otras palabras, el vehículo aparcado deja de ser un espacio público o semipúblico a efectos legales para los consumidores de sustancias estupefacientes, y pasa a ser un entorno privado donde la policía no puede multar por consumo o tenencia si no hay indicios claros de tráfico o actividad ilícita más grave.

La instrucción subraya además que esta consideración es aplicable exclusivamente a vehículos particulares estacionados y en reposo, descartando expresamente la aplicación de este criterio en los casos en los que el vehículo esté en circulación o tránsito. En esas situaciones, el consumo o porte de drogas sigue siendo motivo de sanciones administrativas, y puede derivar incluso en responsabilidad penal, especialmente si se compromete la seguridad vial o existe conducción bajo los efectos de sustancias psicoactivas.

La protección de la intimidad en los vehículos particulares

Aunque un vehículo no es un domicilio, las sentencias del Tribunal Supremo reconocen que, cuando está estacionado y de uso privado, se trata de un espacio protegido con cierto grado de privacidad. Esta protección ampara la intimidad del usuario frente a registros o sanciones administrativas sin causa justificada. La ley de Seguridad Ciudadana, sin embargo, no contempla expresamente el consumo dentro de vehículos aparcados, por lo que la instrucción del Ministerio interpreta que no puede considerarse una infracción. Esta interpretación introduce un matiz legal relevante, que establece diferencias entre espacios públicos y privados, incluso dentro del ámbito del transporte.

Diferencias con los vehículos en circulación o transporte público

La protección de la intimidad no se extiende a vehículos en movimiento o que formen parte de un transporte público colectivo. En estos casos, el consumo o la tenencia de drogas sí puede constituir una infracción grave o incluso un delito penal, especialmente si pone en riesgo la seguridad vial. La instrucción del Ministerio del Interior establece que, en tránsito, la policía puede intervenir, multar y, si procede, imputar cargos penales. Por ello, es fundamental distinguir claramente entre estar estacionado y en circulación, ya que la ley sigue aplicando controles estrictos para prevenir la conducción bajo efectos de sustancias psicotrópicas.

¿Qué implica esta medida para los consumidores de cannabis?

La reciente instrucción del Ministerio del Interior supone, sin duda, una flexibilización en el marco legal que regula el consumo de cannabis en vehículos particulares estacionados. Para muchos consumidores, esta medida puede interpretarse como un paso hacia la normalización del consumo privado en espacios no públicos, otorgando un mayor margen de privacidad y protección frente a sanciones administrativas por portar o consumir drogas dentro de un coche aparcado.

No obstante, queda estrictamente prohibido el consumo o porte de drogas en vehículos en circulación o tránsito, ya que en estas situaciones sí se aplican sanciones administrativas y penales, especialmente en casos relacionados con la conducción bajo efectos del cannabis u otras sustancias. Además, la tenencia de sustancias con intención de venta sigue siendo una conducta sancionable y perseguida penalmente, independientemente de si el vehículo está estacionado o no.

Esta medida representa un avance hacia un reconocimiento jurídico más realista y menos punitivo del consumo privado de cannabis, la clave está en un consumo responsable, informado y respetuoso con la normativa vigente, que garantice tanto la seguridad personal como la colectiva. Para quienes buscan opciones legales y de calidad, existen en nuestro catálogo de CBD flores y derivados como el hachís, que ofrecen una alternativa con bajos niveles de THC y sin efectos psicoactivos.

Recomendaciones legales básicas si decides consumir en un coche

Si decides consumir cannabis en un vehículo particular estacionado, es recomendable seguir algunas pautas para minimizar riesgos legales:

• Asegurar que el coche esté efectivamente aparcado y no en tránsito.
• Mantener los envases con sustancias cerrados y fuera de la vista o envases de ocultación para evitar presunciones de tráfico.
• No conducir tras el consumo, respetando los límites legales de THC en sangre.
• Utilizar métodos de almacenamiento hermético para evitar olores fuertes.
• Considerar realizar tests de saliva para verificar la presencia de THC antes de conducir.