Las setas alucinógenas son un grupo diverso de hongos que contienen compuestos psicoactivos capaces de alterar la percepción, el pensamiento y el estado de ánimo. Entre los más conocidos se encuentran los hongos con psilocibina, presentes en numerosas especies distribuidas por todo el mundo.
En esta guía exploraremos los tipos de setas alucinógenas, su clasificación según compuestos, sus diferencias químicas y de potencia, así como las variedades más habituales. También descubrirás cuáles son las mejores opciones para principiantes y expertos.
¿Qué son las setas alucinógenas y cómo se clasifican?
Las setas alucinógenas son hongos que contienen sustancias psicoactivas capaces de modificar la percepción, el pensamiento y el estado emocional. Estos efectos se deben a la presencia de moléculas que interactúan con los receptores de serotonina en el cerebro, modificando temporalmente la actividad neuronal.
Actualmente se han identificado más de 200 especies con efectos psicoactivos, distribuidas en distintos continentes y hábitats. Algunas crecen de forma silvestre en pastizales, bosques húmedos o zonas subtropicales, mientras que otras se cultivan en interiores mediante kits o panes de setas disponibles en nuestro catálogo, lo que permite controlar mejor la variedad y la potencia.
Compuestos psicoactivos de las setas alucinógenas
Las setas alucinógenas ejercen sus efectos gracias a la presencia de moléculas psicoactivas capaces de interactuar con los receptores de serotonina en el cerebro, alterando la percepción sensorial, el pensamiento y el estado emocional. Los compuestos más relevantes son:
Psilocibina y psilocina
La psilocibina es el principal alcaloide presente en más de 200 especies de setas alucinógenas, sobre todo del género Psilocybe. Una vez ingerida, el organismo la transforma en psilocina, la molécula activa responsable de los efectos psicodélicos. Su afinidad por los receptores de serotonina 5-HT2A está vinculada a las intensas experiencias visuales y cognitivas que describen los usuarios. La psilocina, presente en menor cantidad de forma natural, se degrada rápidamente al contacto con el oxígeno, lo que provoca el característico oscurecimiento de los cuerpos fructíferos al manipularlos.
Baeocistina y norbaeocistina
Son análogos de la psilocibina que aparecen en concentraciones más bajas. Su papel exacto en la experiencia psicodélica no está completamente dilucidado, pero se cree que modulan la intensidad y el carácter de los efectos.
Ácido iboténico y muscimol
Característicos de especies como Amanita muscaria, actúan sobre receptores GABA y glutamato, produciendo efectos muy distintos a los psilocibios: sedación, confusión, alucinaciones oníricas y, en algunos casos, malestar físico. El ácido iboténico se transforma parcialmente en muscimol durante el secado o la preparación, reduciendo parte de su toxicidad.
Estos compuestos no solo definen el tipo de experiencia, sino también el riesgo asociado a cada especie. Por ello, la identificación correcta y la información fiable sobre la potencia son esenciales antes de cualquier uso.

Tipos de setas alucinógenas según sus compuestos predominantes
Según su perfil químico, las setas alucinógenas se pueden clasificar en distintos grupos en función del compuesto psicoactivo predominante. Cada una de estas moléculas —como la psilocibina, la psilocina o la baeocistina— posee una estructura y un mecanismo de acción específicos, lo que influye en la intensidad, duración y matices de la experiencia.
Setas alucinógenas con psilocibina y psilocina
Las setas que contienen psilocibina y psilocina constituyen el grupo más reconocido y consumido tanto por usuarios recreativos como por cultivadores. La psilocibina actúa como profármaco responsable directo de los efectos psicoactivos. Estos suelen incluir alteraciones sensoriales, intensificación de los colores, cambios en la percepción del tiempo y, en dosis más altas, experiencias de tipo introspectivo o místico.
Dentro de este grupo destacan varios géneros:
- Psilocybe: El más conocido y estudiado. Incluye especies emblemáticas como P. cubensis, famosa por su facilidad de cultivo; P. semilanceata o “mongui”, muy común en praderas y climas templados; P. azurescens, una de las más potentes conocidas; y P. mexicana, utilizada históricamente en rituales indígenas.
- Panaeolus: Conocidas por su potencia y efectos claros pero intensos. Suelen encontrarse en pastizales y sobre estiércol de ganado.
- Gymnopilus: Un género menos popular entre aficionados, pero con especies que contienen psilocibina y un característico color anaranjado.
- Pluteus: Hongos que crecen sobre madera en descomposición y que, en ciertas especies, presentan concentraciones apreciables de psilocibina.
Además, se han documentado menciones a otros géneros como Panaeolina, Gerronema, Agrocybe, Galerina y Mycena, aunque su potencia y distribución exacta están por confirmar, lo que exige precaución tanto en la identificación como en su uso.
Setas con ácido iboténico y muscimol
El ejemplo más reconocido de este grupo es la Amanita muscaria, también llamada “matamoscas”. A diferencia de las setas con psilocibina, su perfil químico está dominado por ácido iboténico y muscimol, dos compuestos con efectos neuroactivos que alteran la percepción, el estado de conciencia y la coordinación motora, pero no generan las mismas visiones ni experiencias sensoriales típicas de los psilocibios.
Su consumo, documentado en prácticas chamánicas de Siberia y el norte de Europa, puede provocar sensaciones de euforia, distorsión del sentido del tiempo y alteraciones motoras, aunque también conlleva riesgos como náuseas, confusión y somnolencia intensa.
Setas parásitas
Este grupo incluye especies que viven a expensas de otros hongos o vegetales, desarrollando formas y colores inusuales. Ejemplos conocidos son ciertas especies del género Hypomyces que parasitan setas comestibles, o especies de Cordyceps que infectan insectos y otros hongos.
Aunque algunas presentan compuestos bioactivos de interés, no está comprobado si poseen propiedades alucinógenas o si sus peculiaridades son únicamente anatómicas y ecológicas. La información actual es limitada y requiere más investigación para verificar su potencial psicoactivo.

¿En qué se diferencian las setas con psilocibina de otros tipos de setas alucinógenas?
La principal distinción radica en el tipo de compuesto activo (psilocibina vs ácido iboténico/muscimol), intensidad de efectos, duración, tolerancia individual, y perfiles de toxicidad, que varían notablemente entre géneros.
Grupo | Compuesto principal | Efectos típicos | Consideraciones y riesgos |
---|---|---|---|
Psilocibios (Psilocybe y otros géneros) | Psilocibina, psilocina, baeocistina, norbaeocistina | Alteraciones visuales y sensoriales, euforia, introspección, experiencias místicas | Riesgo de sobredosis por variabilidad en concentración, posible ansiedad o paranoia, contaminación en cultivos caseros, necesidad de dosificación controlada |
Amanita muscaria | Ácido iboténico, muscimol | Efectos disociativos, sedación, excitación, alucinaciones oníricas | Toxicidad potencial, riesgo de confusión con otras Amanitas venenosas, efectos secundarios como náuseas y confusión, dosificación compleja |
Setas parásitas | Compuestos bioactivos no confirmados | Información insuficiente, posibles efectos desconocidos | Falta de estudios concluyentes, posible ausencia de efectos alucinógenos, precaución en consumo, necesidad de mayor investigación científica |
¿Cuáles son los tipos más habituales de setas alucinógenas?
Entre los cultivadores y consumidores de setas alucinógenas, existen algunas especies que destacan por su popularidad, facilidad de cultivo y efectos bien conocidos. Estas variedades son las más habituales tanto para el uso recreativo como para prácticas como la microdosificación de psilocibina, una tendencia creciente que consiste en consumir dosis muy bajas para obtener beneficios sutiles sin alterar la conciencia de forma intensa.
Las setas más comunes incluyen:
- Psilocybe cubensis: La especie más extendida y cultivada mundialmente. Dentro de esta, variedades como Mexicana y Golden Teacher son especialmente valoradas por su robustez en cultivo y perfil equilibrado de efectos.
- Psilocybe semilanceata: También conocida como “liberty cap”, es una de las setas silvestres con mayor presencia en Europa y América del Norte, reconocida por su potencia y efectos introspectivos.
- Copelandia affinis: Muy potente, crece en regiones tropicales y subtropicales, y se usa frecuentemente en microdosis.
- Género Gymnopilus: Con especies menos conocidas pero presentes en pastizales y madera, con efectos variables y menos estudiados, aunque populares en ciertos círculos.
Estas setas son especialmente comunes en cultivos caseros gracias a la disponibilidad de kits y panes de cultivo, que permiten a los usuarios controlar la potencia, higiene y cosecha, reduciendo riesgos. La microdosificación con estas especies ha ganado adeptos en la comunidad por sus potenciales beneficios en ánimo, concentración y creatividad.
