El CBD es el producto que está revolucionando el mercado tanto en el campo de la medicina como en el cosmético. Los indicios de que el cannabidiol (CBD) posee propiedades beneficiosas para la salud ha impulsado las investigaciones de esta sustancia para estudiar sus posibilidades, sobre todo, en el campo de la medicina. La última novedad es la aplicación de la nanotecnología al CBD con el fin de aumentar su biodisponibilidad.
Qué es la biodisponibilidad
La biodisponibilidad es la cantidad de sustancia que consigue llegar al torrente sanguíneo una vez introducida en el cuerpo. En el caso del CBD barato, como la mayoría de compuestos, su biodiversidad cambia según el método utilizado para adentrarse en el cuerpo. Mediante la ingesta oral en cápsulas o en cualquier otro comestible, su biodisponibilidad se reduce al 6-20%. Es decir, por cada 100 mg que se toman, llegan a la sangre entre 6 y 20 mg. Por lo tanto, la eficacia de sus efectos se verá reducida proporcionalmente a estos datos.
En cambio, mediante evaporación o de forma intranasal, aumenta hasta un 34-46%. No obstante, este método es perjudicial para los pulmones y el sistema respiratorio. Para solucionar este problema se ha aplicado la nanotecnología al CBD, dando como resultado el nano CBD que es capaz de aumentar la biodisponibilidad de esta sustancia incrementando a su vez sus efectos en el organismo.
Qué es el nano CBD
El nano CBD, por lo tanto, es el resultado de aplicar al cannabidiol la nanotecnología, también conocida como nanoemulsión. Una de las razones por las que esta técnica ayuda a la biodisponibilidad es porque las células del cuerpo humano sólo pueden absorber las moléculas que miden entre 60 y 80 nanómetros. Las de CBD tienen un diámetro de 4.440 nanómetros, provocando que sea más difícil ser asimilado por el cuerpo.
La nanotecnología emplea ondas ultrasónicas para dividir la materia en dimensiones nanoscópicas. El nano CBD pasará al torrente sanguíneo de una forma mucho más rápida y en un tiempo récord, notando las propiedades medicinales del CBD en un período de tiempo realmente corto.
Por otro lado, las moléculas de CBD son hidrofóbicas (que no se mezclan con el agua) y lipófilas (que es susceptible de diluirse en aceite pero no en agua), por lo que repelen el agua. El cuerpo humano está compuesto mayoritariamente por este líquido, lo que dificulta la asimilación rápida del CBD. Éste ha de pasar por el tracto digestivo al ser ingerido, donde perderá parte de sus nutrientes y principios activos que serán filtrados por el cuerpo antes de llegar a la sangre.
El nano CBD, aparte de facilitar la directa absorción por el torrente sanguíneo, por no necesitar ser metabolizado, deja de ser lipófilo ya que no se comporta de la misma manera al transformarse mediante la nanotecnología. Esto sucede porque en esta técnica se utilizan emulsionantes que mantienen estables las partículas de cannabidiol para evitar su reorganización. Los emulsionantes provocan que las moléculas de CBD, al acercarse a las de agua, en vez de repelerlas se unan a ellas fácilmente. Esto provocaría una absorción más sencilla y rápida, aumentando también las posibilidades terapéuticas del cannabidiol.
¿Es segura la nanotecnología CBD?
La falta de investigación al respecto provoca la ausencia de conclusiones claras acerca de la efectividad del nano CBD, pero sí se han observado posibles efectos desfavorables.
Permanencia en el organismo
Es seguro que la nanotecnología aumenta la biodisponibilidad del CBD, por lo que su absorción será mayor al llegar una cantidad superior a la sangre. No obstante, todavía no es posible saber con seguridad el tiempo que permanece en ella, a menor tiempo menos efectividad. Además, el hecho de que sea capaz de unirse al agua y, por tanto, diluirse en ella con más facilidad en su versión nano, alimenta la teoría de que puede ser expulsado mediante la orina antes de llegar a su destino.
Nanotecnología y medio ambiente
Existen evidencias de que una larga exposición a ciertos nanomateriales elimina las pulgas de agua y, posiblemente, otras criaturas acuáticas. Además, parece que las nanopartículas, incluídas las de nano CBD, se acumulan en el cuerpo de los animales tras un prolongado contacto, según lo que se ha podido apreciar en los seres vivos de laboratorio. Estos son sólo los efectos adversos demostrados hasta ahora, pero no se descarta que existan otros que afecten al medio ambiente.
Nano CBD y el cuerpo humano
Aunque no se han investigado las consecuencias a largo plazo del uso de la nanotecnología, es muy posible que los cristales nanoscópicos fabricados por el ser humano (puntos cuánticos) sean tóxicos para el hombre por contener cadmio. Por otro lado, se ha observado que las nanopartículas desatan la creación de radicales libres, un tipo de átomos que se han relacionado con el daño celular y que pueden desencadenar enfermedades.
Situación legal de nano CBD y la nanotecnología
La nanotecnología no se ha legalizado formalmente en la mayoría de países europeos. De hecho, no existe una norma concreta acerca de esta práctica, por lo que queda un margen donde los fabricantes pueden maniobrar sin estar inclumpliendo ningún tipo de ley.
Aun así, existen pocas empresas proveedoras de productos a base de nano CBD y las que hay han de someterse a la normativa vigente sobre los productos que contienen cannabidiol. Es decir, sólo podrán comercializa productos de uso tópico, o no comestibles en general, procedentes del cáñamo con un nivel de THC nulo o inferior al 0,2%.
Por lo tanto, el nano CBD es una sustancia incipiente que necesita más estudios para confirmar su eficacia combatiendo los síntomas de ciertas afecciones sin producir efectos negativos para el organismo humano.