Cuando hablamos de psicodélicos, uno de los temas que más interés genera actualmente es la diferencia entre microdosis y macrodosis. Ambos conceptos hacen referencia a formas de consumir sustancias como la psilocibina o el LSD, pero con fines, dosis y efectos muy distintos. Mientras que la microdosificación busca generar beneficios sutiles a nivel emocional, cognitivo o creativo sin alterar la percepción de forma intensa, la macrodosis se asocia a experiencias profundas, introspectivas y, en muchos casos, transformadoras.
Comprender qué implica cada modalidad, cómo se usa y qué efectos puede tener en el cuerpo y la mente es clave para quienes se están acercando a este tipo de prácticas. En este artículo te explicamos con claridad las principales diferencias entre microdosis y macrodosis, y te ayudamos a valorar cuál puede ser más adecuada según tus necesidades, tu experiencia y tu contexto.
¿Qué es una microdosis?
Una microdosis es una cantidad muy pequeña de una sustancia psicodélica, lo suficientemente baja como para no provocar efectos alucinógenos, pero lo bastante activa como para generar cambios sutiles en el estado mental o emocional. Generalmente, una microdosis representa entre el 5% y el 10% de una dosis completa. En el caso de la psilocibina, por ejemplo, eso equivaldría a unos 0,1 a 0,3 gramos de hongos secos o 0,5 a 1 gramo si están frescos.
Los efectos más buscados con este tipo de dosificación son la mejora del estado de ánimo, mayor claridad mental, reducción de la ansiedad, aumento de la productividad, impulso creativo o mejor gestión del estrés. Muchas personas describen la sensación como una especie de “ligero ajuste”, algo que les ayuda a sentirse más centradas sin que interfiera en su rutina diaria.
Por eso, el uso de microdosis se ha vuelto especialmente popular en contextos laborales, terapéuticos o creativos, y suele formar parte de ciclos estructurados (por ejemplo, un día sí y dos no) que permiten evaluar su efecto con el tiempo. Aunque la práctica no está oficialmente aprobada como tratamiento médico, cada vez hay más estudios e investigaciones que exploran su potencial en cuadros de depresión leve, trastornos de atención o incluso ansiedad social.

¿Qué es una macrodosis?
A diferencia de la microdosis, una macrodosis implica consumir una dosis completa de una sustancia psicodélica, suficiente como para provocar una experiencia intensa, profunda y, en muchos casos, transformadora.
Este tipo de dosificación suele buscar una inmersión total en la experiencia psicodélica, lo que puede traducirse en visiones, alteraciones sensoriales, desintegración del ego y una fuerte carga emocional o introspectiva. Muchas personas la describen como una especie de “viaje interior”, donde se exploran traumas, patrones mentales o estados de conciencia difícilmente accesibles por otros medios.
Eso sí, no es una experiencia que deba tomarse a la ligera. Por su intensidad, requiere una preparación adecuada, un entorno seguro y, si es posible, acompañamiento especializado o de confianza. Mal gestionada, puede resultar abrumadora o incluso contraproducente.

Principales diferencias entre microdosis y macrodosis
Aunque tanto la microdosis como la macrodosis implican el uso de sustancias psicodélicas, la experiencia que generan, su finalidad y hasta el contexto en el que se usan no podrían ser más distintos. Saber distinguir entre ambas es esencial para elegir de forma consciente, segura y adaptada a tus necesidades reales. Aquí te dejamos una tabla comparativa con los aspectos clave que marcan la diferencia entre las dos:
| Aspecto | Microdosis | Macrodosis |
|---|---|---|
| Cantidad | 0,1–0,3 g de hongos secos (psilocibina) / 5–20 µg de LSD | 2–5 g de hongos secos / 100–200 µg de LSD |
| Efectos inmediatos | Sutiles: claridad mental, leve mejora del estado de ánimo | Intensos: visiones, distorsión sensorial, pérdida de ego |
| Objetivos del uso | Bienestar cotidiano, enfoque, gestión emocional | Introspección profunda, terapia, expansión de conciencia |
| Frecuencia recomendada | Cíclica (ej. 1 día sí, 2 no, durante 4–10 semanas) | Muy ocasional (una vez al mes o menos) |
| Impacto emocional / cognitivo | Gradual, acumulativo, manejable | Intenso, transformador, a veces desafiante |
| Entorno necesario | Vida diaria (trabajo, estudio, rutina) | Espacio seguro, tranquilo, sin interrupciones; idealmente con guía o acompañante |
| Riesgos asociados | Bajos (si se respeta la dosis y frecuencia); posibles efectos placebo | Altos si no se prepara bien: ansiedad, pánico, confusión, “mal viaje” |
¿Cuál es el mejor para ti?
No existe una respuesta única a esta pregunta, porque la elección entre microdosis y macrodosis depende en gran medida de tu situación personal, tu experiencia con psicodélicos y lo que estás buscando. No es solo una cuestión de cantidad, sino de intención y contexto.
Antes de decidir, conviene hacerte algunas preguntas: ¿Tienes experiencia previa con psicodélicos o sería tu primer acercamiento? ¿Qué buscas exactamente: claridad mental, alivio emocional, creatividad… o una transformación profunda? ¿Tienes el tiempo, el entorno y el estado mental adecuados para una experiencia intensa?
En general, la microdosis es ideal si:
- Estás empezando y prefieres ir con cuidado.
- Quieres mantener tu rutina sin interrupciones.
- Buscas mejorar aspectos del día a día como la concentración, la creatividad o el equilibrio emocional.
- Tienes un entorno que no permite una experiencia profunda o introspectiva.
En cambio, la macrodosis es más adecuada si:
- Tienes cierta experiencia previa o has investigado a fondo.
- Estás en un momento de búsqueda personal, emocional o espiritual.
- Puedes permitirte unas horas de desconexión total en un entorno seguro.
- Buscas enfrentar bloqueos profundos, traumas o patrones mentales difíciles de abordar por otras vías.
Aspectos legales y consejos de seguridad
Antes de lanzarte a experimentar con microdosis o macrodosis, es fundamental tener claro que muchas de las sustancias utilizadas —como la psilocibina o el LSD— no son legales en España ni en la mayoría de países. Aunque el debate social y científico está avanzando, actualmente su posesión, cultivo o distribución puede conllevar sanciones o incluso consecuencias penales, especialmente si hay indicios de tráfico o ánimo de lucro.
- Infórmate bien sobre la dosis, duración y efectos de cada sustancia. No improvises.
- Empieza siempre por la dosis más baja si no tienes experiencia.
- Nunca combines psicodélicos con otras sustancias, especialmente alcohol, benzodiacepinas o antidepresivos.
- Evita automedicarte: aunque algunas personas usen microdosis con fines terapéuticos, no sustituye un tratamiento profesional.
- Respeta los tiempos de descanso entre tomas. En el caso de la microdosificación, se recomienda un patrón cíclico con días de descanso para evitar tolerancia o sobrecarga emocional.
- Entorno seguro: Busca un lugar tranquilo, sin interrupciones ni ruidos molestos.
- Acompañamiento: En una macrodosis, es muy recomendable contar con alguien sobrio y de confianza que pueda ayudarte si lo necesitas.
Una actitud responsable, informada y consciente es la mejor aliada para explorar tanto la microdosis y macrodosis sin poner en riesgo tu bienestar físico, emocional o legal.


