El Gobierno español ha aprobado recientemente el Real Decreto 903/2025, que regula el uso del cannabis medicinal exclusivamente en hospitales y bajo prescripción de médicos especialistas. Esta normativa busca garantizar que los tratamientos se apliquen con criterios científicos y bajo supervisión profesional.
El decreto establece que los preparados de cannabis medicinal deben elaborarse en farmacias hospitalarias autorizadas, asegurando estándares de calidad y dosificación precisos de THC y CBD. Con esta medida, España da un paso importante hacia la regulación del cannabis con fines terapéuticos.
Las claves del Real Decreto 903/2025 sobre el cannabis medicinal
El Real Decreto 903/2025 establece que el cannabis medicinal podrá ser prescrito por médicos especialistas en patologías específicas, cuando existan razones clínicas documentadas para su uso. Esta medida busca garantizar que los pacientes reciban tratamientos seguros, estandarizados y supervisados.
Además, los preparados de cannabis medicinal deben elaborarse exclusivamente en farmacias hospitalarias autorizadas, siguiendo criterios estrictos de calidad, composición y dosificación de los principios activos THC y CBD. La norma es flexible respecto a las indicaciones terapéuticas: aunque inicialmente se mencionan condiciones como dolor crónico refractario, epilepsia refractaria, espasticidad por esclerosis múltiple y náuseas por quimioterapia, la lista podrá ampliarse conforme avance la evidencia científica y se publiquen las monografías de la AEMPS.
El decreto también establece que los laboratorios deben documentar y auditar la fabricación y distribución de los preparados estandarizados, garantizando la trazabilidad y seguridad de los productos. Con ello, se busca crear un marco regulatorio robusto que permita a España avanzar hacia una normalización del cannabis medicinal, ofreciendo a los pacientes acceso a tratamientos innovadores con supervisión profesional y basada en la evidencia.

¿Por qué han autorizado el cannabis medicinal? Beneficios que puede aportar el CBD
El CBD (cannabidiol) es uno de los principales cannabinoides presentes en la planta de cannabis, y a diferencia del THC, no provoca efectos psicoactivos. Su autorización en el ámbito hospitalario responde a su potencial terapéutico respaldado por investigaciones científicas recientes, que sugieren que puede ser útil como tratamiento complementario en diversas condiciones médicas.
Entre los beneficios más destacados del CBD, reportados por estudios y pacientes, se encuentran:
- Reducción de la ansiedad y estrés: Algunos ensayos clínicos y revisiones científicas indican que el CBD puede modular la actividad de receptores relacionados con la ansiedad, ayudando a mejorar el bienestar emocional.
- Alivio del dolor crónico: El CBD puede contribuir a disminuir la percepción del dolor en pacientes con afecciones crónicas, incluyendo artritis y dolor neuropático, mediante mecanismos antiinflamatorios y moduladores de la señalización nerviosa.
- Mejora de la espasticidad en esclerosis múltiple: Estudios clínicos han observado que ciertos preparados con CBD pueden ayudar a reducir la rigidez muscular y mejorar la movilidad en pacientes con esclerosis múltiple.
- Control de crisis epilépticas refractarias: El CBD ha mostrado eficacia en la reducción de la frecuencia y severidad de convulsiones en formas de epilepsia resistentes a tratamientos convencionales.
- Alivio de náuseas y vómitos asociados a quimioterapia: Algunos pacientes reportan mejor tolerancia a tratamientos oncológicos al usar CBD como complemento terapéutico.
- Propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras: La investigación preclínica sugiere que el CBD podría ayudar a reducir procesos inflamatorios y proteger células nerviosas, con potencial aplicación en diversas patologías neurológicas.
A partir de estos potenciales beneficios y tras numerosos estudios, así como la creciente demanda y respaldo de la comunidad científica, España está dando pasos significativos hacia la regulación y el uso del cannabis medicinal, avanzando hacia tratamientos más seguros, estandarizados y supervisados profesionalmente.
Indicaciones terapéuticas autorizadas
El Real Decreto 903/2025 establece que el uso de cannabis medicinal en España estará restringido a situaciones clínicas específicas en las que los tratamientos convencionales hayan resultado insuficientes. Estas indicaciones iniciales incluyen:
- Dolor crónico refractario: dolor persistente que no responde a tratamientos tradicionales.
- Espasticidad asociada a la esclerosis múltiple: rigidez y espasmos musculares característicos de esta enfermedad.
- Epilepsia refractaria: formas graves de epilepsia que no responden a medicamentos convencionales.
- Náuseas y vómitos derivados de la quimioterapia: efectos secundarios comunes en pacientes oncológicos.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tiene un plazo de tres meses para publicar las monografías clínicas que detallarán las condiciones de uso, dosificación y posibles ampliaciones de estas indicaciones terapéuticas. Estas monografías se incorporarán al Formulario Nacional, sirviendo como referencia para la elaboración de las fórmulas magistrales tipificadas de cannabis medicinal.
Es importante destacar que, aunque el Real Decreto menciona inicialmente estas cuatro indicaciones, la normativa permite la inclusión de nuevas condiciones terapéuticas en el futuro, basándose en la evolución de la evidencia científica y la publicación de nuevas monografías por parte de la AEMPS.

Composición, elaboración y acceso a los preparados de cannabis medicinal
El Real Decreto 903/2025 establece que los preparados de cannabis medicinal deben elaborarse exclusivamente en farmacias hospitalarias autorizadas, garantizando uniformidad, seguridad y trazabilidad. Esto asegura que los pacientes reciban tratamientos con dosificación precisa de THC y CBD, evitando variaciones que podrían afectar la eficacia o seguridad del tratamiento.
Composición estandarizada
Cada preparado de cannabis medicinal contiene cantidades precisas y controladas de THC y CBD, los principales cannabinoides responsables de los efectos terapéuticos. Esta estandarización es fundamental para que los profesionales de la salud puedan ajustar la dosis con precisión, asegurando un tratamiento consistente y seguro, especialmente en patologías complejas como la epilepsia refractaria o el dolor crónico.
La normativa establece límites máximos y mínimos de concentración de los cannabinoides según la indicación clínica específica, garantizando que cada paciente reciba un producto que cumpla con los estándares de seguridad y eficacia requeridos por los hospitales y la AEMPS. Este control riguroso también facilita la monitorización de los efectos del tratamiento y minimiza riesgos derivados de variaciones en la composición.
Elaboración y control de calidad
La elaboración de los preparados de cannabis medicinal se realiza únicamente en laboratorios hospitalarios autorizados, asegurando que cada fórmula cumpla con los estándares más estrictos de seguridad y eficacia. Cada lote de producto es documentado y auditado, garantizando una trazabilidad completa desde la materia prima hasta la dispensación final al paciente.
Durante el proceso de fabricación, se llevan a cabo controles analíticos rigurosos para medir los niveles de THC y CBD, así como para detectar posibles contaminantes microbiológicos o metales pesados. Esto garantiza que los preparados sean seguros y consistentes, minimizando cualquier riesgo para la salud del paciente.
Además, toda la cadena de producción y distribución está supervisada y regulada conforme a la normativa sanitaria, cumpliendo con los protocolos de calidad de la AEMPS y asegurando que cada paciente reciba un tratamiento confiable, estandarizado y de alta calidad.
Acceso y seguimiento del tratamiento
El acceso al cannabis medicinal en España está estrictamente regulado. Los pacientes deben recibir una prescripción de médicos especialistas, quienes valoran la condición clínica y determinan la dosis y la forma de administración más adecuada según la indicación terapéutica y la respuesta esperada del paciente.
El seguimiento médico y farmacéutico es un pilar fundamental del tratamiento. Los profesionales de la salud supervisan la eficacia terapéutica, posibles efectos secundarios y ajustes de dosis, asegurando que cada paciente obtenga los máximos beneficios de manera segura. Este control continuo permite adaptar el tratamiento a la evolución de la enfermedad y a la tolerancia individual de cada paciente.
Las formas de administración aprobadas incluyen aceites de CBD, cápsulas, extractos estandarizados y soluciones orales, diseñadas para facilitar la dosificación precisa y mejorar la adherencia al tratamiento. Cada presentación se selecciona de manera personalizada, en función de la condición médica, la comodidad del paciente y la rapidez de acción requerida.
Este enfoque integral garantiza que el cannabis medicinal hospitalario se utilice de manera segura, eficaz y supervisada, sentando las bases para una mayor confianza en su uso dentro del sistema sanitario español.
Perspectivas futuras y posibles ampliaciones
El Real Decreto 903/2025 no solo regula el uso del cannabis medicinal en hospitales, sino que también establece un marco flexible que permite ampliar las indicaciones terapéuticas a medida que la evidencia científica avance. Se espera que, conforme se realicen más estudios sobre el CBD y otros cannabinoides, nuevas patologías puedan beneficiarse de estos tratamientos bajo supervisión médica, incluyendo condiciones como endometriosis, fibromialgia o dolor neuropático.
La acumulación de datos clínicos y la experiencia hospitalaria contribuirán a reducir el estigma asociado al cannabis medicinal, fomentando su integración en la práctica médica tradicional. Esto abre la puerta a que los pacientes puedan acceder a productos de CBD estandarizados y seguros, con potencial terapéutico probado y supervisado profesionalmente.
Con la combinación de evidencia científica, regulación y supervisión profesional, España da un paso importante hacia un futuro en el que el cannabis medicinal sea un recurso confiable y accesible para un número creciente de pacientes.
El panorama futuro es alentador: a medida que la ciencia y la regulación avancen, se espera que el uso de productos de CBD y otros derivados del cannabis medicinal se normalice, ofreciendo soluciones terapéuticas más seguras, efectivas y ampliamente aceptadas dentro del sistema sanitario.





